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La empresa de túneles de Elon Musk podría quedarse con contrato multimillonario de Amtrak

WASHINGTON, D.C. 13 de mayo 2025— La compañía de infraestructura subterránea The Boring Company (TBC), propiedad del magnate tecnológico Elon Musk, se encuentra en conversaciones con reguladores ferroviarios estadounidenses para participar en uno de los proyectos de transporte más ambiciosos del país: la construcción del nuevo túnel ferroviario Frederick Douglass, que conectará Baltimore con Washington y Virginia, según reveló este lunes el New York Times.

La propuesta original de Amtrak estimaba el costo del proyecto en 6 mil millones de dólares, pero nuevas proyecciones sitúan la cifra en torno a 8.500 millones, lo que ha llevado a la Administración Federal de Ferrocarriles (FRA) a explorar alternativas más rentables. Entre ellas, figura la participación de TBC, reconocida por su enfoque disruptivo en la construcción de túneles mediante sistemas de perforación automatizada y soluciones de transporte subterráneo de alta velocidad.

¿Una solución innovadora o un conflicto de intereses?

Si bien TBC es una de varias compañías consideradas para un nuevo contrato de ingeniería dentro del programa, las conversaciones con funcionarios federales han levantado cuestionamientos éticos y políticos. De acuerdo con fuentes citadas por el New York Times, algunos reguladores temen que los múltiples roles de Musk —como CEO de varias compañías, asesor clave del presidente Trump y administrador del polémico proyecto DOGE— representen un conflicto de intereses latente.

Cabe recordar que, bajo la supervisión de Musk, la iniciativa DOGE ha promovido recortes presupuestarios en diversas agencias federales, incluidas algunas responsables de regular sus propias empresas, lo que ha generado críticas desde sectores políticos y ciudadanos preocupados por la transparencia del proceso.

The Boring Company y su visión de la movilidad subterránea

Fundada en 2016, The Boring Company ha desarrollado una tecnología propia de túneles de bajo costo que promete reducir drásticamente los tiempos y presupuestos en obras de infraestructura. Su proyecto más conocido, el sistema Loop en Las Vegas, ya transporta pasajeros en cápsulas eléctricas bajo tierra, aunque ha sido criticado por no cumplir plenamente las expectativas de capacidad ni automatización.

La posible incorporación de TBC al programa ferroviario Frederick Douglass marcaría su primer gran contrato federal a gran escala, con implicaciones estratégicas para el futuro de la movilidad interurbana en la costa este de Estados Unidos.

En la encrucijada entre innovación y poder político

Este nuevo capítulo en la trayectoria de Musk pone de relieve la creciente intersección entre tecnología, infraestructura pública y poder político. Mientras algunos ven en The Boring Company una oportunidad para reducir costos y modernizar el transporte, otros advierten sobre los riesgos de concentrar influencia empresarial y gubernamental en una sola figura.

La decisión final sobre el contrato aún no se ha tomado, pero sin duda definirá no solo el futuro del túnel Frederick Douglass, sino también el rol de Musk como actor central —y polémico— en la reinvención de la infraestructura estadounidense.


Fuente: The New York Times / TechNode Feed

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