Shanghái, 29 de agosto de 2025 – La competencia entre China y Estados Unidos por el liderazgo en vehículos autónomos vive un nuevo capítulo. Con el respaldo de la inteligencia artificial generativa y la computación acelerada, un número creciente de compañías tecnológicas chinas apuesta fuerte por el desarrollo de robotaxis, posicionándose como protagonistas de la movilidad del futuro.
Horizon Robotics, empresa cotizada en Hong Kong y respaldada por Volkswagen, anunció que a finales de este año revelará acuerdos con múltiples operadores de flotas de robotaxis. Su CEO, Yu Kai, destacó que la solución avanzada de asistencia al conductor Horizon SuperDrive podría convertirse en la piedra angular para una conducción totalmente autónoma, consolidando a la firma como proveedor de infraestructura tecnológica. Con ingresos por contratos que alcanzaron los 1.570 millones de yuanes en el primer semestre de 2025 y una proyección de crecimiento anual del 47%, la compañía apuesta por tecnologías como redes neuronales de extremo a extremo (E2E) y grandes modelos de lenguaje (LLM) para hacer viable la autonomía completa en un plazo de cinco a diez años.
Por su parte, Deeproute.ai, respaldada por Alibaba y Great Wall Motor, también redobló su apuesta. La startup con sede en Shenzhen lanzó recientemente su plataforma DeepRoute IO 2.0, impulsada por su modelo Vision Language Action (VLA), que ya se encuentra integrado en vehículos de producción. Esta tecnología permite una comprensión más profunda de entornos urbanos dinámicos y complejas interacciones viales. El primer vehículo comercial equipado con VLA llegará al mercado chino a mediados de 2025. Además, la empresa ha asegurado una financiación Serie C1 de 100 millones de dólares y se prepara para expandirse a Europa, Japón y Corea con tecnología basada en el chip Nvidia Drive Thor SoC.
El ecosistema de robotaxis en China se expande rápidamente. Nuevos actores como CATL, en alianza con Ant Financial y Hellobike, comienzan a consolidarse. Momenta firmó recientemente un acuerdo con Uber para desplegar robotaxis, mientras que Xpeng Motors prevé pruebas de sus propios modelos autónomos en 2026. Baidu, pionera en el sector, lidera con una flota de más de 1.000 vehículos operando en una docena de ciudades, seguida por Pony.ai y WeRide. Pony.ai, en particular, proyecta la producción en masa de su robotaxi de séptima generación en la segunda mitad de 2025, con planes de expansión hacia Europa y Oriente Medio mediante alianzas con Uber y Xihu Group.
Según UBS, el potencial del mercado chino es inmenso: se estima que para principios de la década de 2030, más de 300.000 robotaxis podrían circular por las principales ciudades chinas, alcanzando hasta cuatro millones de unidades a nivel nacional a finales de esa misma década. Este crecimiento representaría ingresos iniciales de 8.000 millones de dólares, expandiéndose hasta 183.000 millones. Actualmente, el costo de producción de un robotaxi ha bajado a menos de 300.000 yuanes, frente a los 500.000 yuanes de hace unos años, y las tarifas por viaje son hasta un 90% más económicas que los taxis convencionales.
HSBC calcula que los robotaxis podrían capturar hasta el 6% del mercado anual de taxis en China —valorado en más de 40.000 millones de dólares— y generar otros 30.000 millones en servicios de logística y entregas.
No obstante, persisten desafíos regulatorios. Las autoridades locales, cautelosas ante el impacto en el empleo y la seguridad, han adoptado una postura conservadora. Sin embargo, analistas de Morgan Stanley anticipan una nueva ola de licencias oficiales, incentivada por el avance de compañías globales como Waymo y Tesla. Según sus proyecciones, el mercado mundial de robotaxis (excluyendo EE.UU.) podría alcanzar los 394.000 millones de dólares para finales de la década.
La IA generativa está redefiniendo el paradigma de la movilidad autónoma, y China avanza con paso firme para liderar esta transformación global.
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