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Unidad: el poder que solo el 5% ha descubierto

Por Nieth

Incluye: Meditación y el tesoro del presente en el liderazgo consciente

En un mundo que idolatra los logros individuales, donde las empresas compiten por visibilidad y los líderes por autoridad, hay un valor que permanece oculto para la gran mayoría: la UNIDAD. Solo el 5% de las organizaciones en el mundo ha descubierto el poder real de un equipo que se percibe como uno, un solo cuerpo, un solo ser, este cambio de visión las posicióno como líder en su ramo . Y no hablamos de “trabajo en equipo” como discurso empresarial barato; hablamos de una experiencia espiritual de sincronicidad. De liderar desde el centro, como lo enseñan las culturas madre del Anáhuac, hacer familia y crecer en Unidad.

Hola estimado lector y compañeros de viaje, espero de corazón el artículo de la semana pasada despertara tu curiosidad por ir más allá de la norma establecida, mi hermana de TEOCALLI, Kali suele ser mucho más directa y hablar de lo urgente, ¿Como disfrutar realmente la vida sin realización? Sin embargo la mayoría nunca ha escuchado está nueva visión. En este artículo te comparto ideas y hechos que nos invitan a la reflexión y propician en quien está listo los primeros pasos hacia una transformación Consciente, disfruta y escríbenos porfavor pars enriquecer la sabiduria colectiva, conocerte y saber cuáles son tu temas de interés.

Phil Jackson: el entrenador que meditaba con guerreros

Phil Jackson no era solo el técnico de Michael Jordan. Era un iniciado en filosofía zen, lector de textos sagrados y practicante de meditación profunda. Inspirado por la India y por tradiciones ancestrales de América, veía en sus jugadores a un colectivo ceremonial. No buscaba que Jordan brillara, sino que el equipo alcanzara el Tao, el “camino medio”: esa sabiduría donde se disuelven el ego, la ansiedad y la separación, logro experimentarán equilibrio y y totalidad.

En muchos sentidos, Jackson es un espejo moderno del tlamatini anáhuacatl, el sabio del centro, que guía no desde el poder, sino desde el equilibrio, un líder real detecta talento le muestra que tan alto puede volar, le da las herramientas para lograrlo, y si ese talento se llega a ir, lo que pasa poco, pues se crea un espíritu de Unión, lealtad o familia, está preparado pues ahora sabe cómo hacer grandes talentos y desde el éxito obtenido en común su visión y posibilidades se han expandido, ahora es una autoridad en la forja del nuevo talento como paso con Chad -Meng Tang, que de ser RP de recursos humanos en Google, ahora da conferencias por el mundo luego del éxito millonario de La incorporación de estrategias de Mindfulness en los programas de Desarrollo Organizacional (DO) en Google, la empresa líder en tecnología e información a nivel global.
Jackson no solo ganó 11 títulos en la NBA, si no que hizo de sus equipos, los Chicago Bulls y los Lakers de NY leyendas inolvidables. Como los antiguos Toltecas, creía que la acción sin contemplación lleva al caos. Por eso meditaba con sus equipos antes de grandes partidos, leyendo enseñanzas sobre el desapego, la claridad y la armonía, no les enseño a ser bueno jugadores, les enseño a ser buenos seres humanos.

Michael Jordan: la leyenda que comprendió el nosotros

Jordan es el ejemplo perfecto del éxito como expresión de la unidad. Podría haber sido solo un gran anotador, pero se convirtió en leyenda cuando aprendió a integrarse. No era solo un ejecutor: era el artista al servicio de la sinfonía.

En esa transformación de genio individual a parte vital de un organismo mayor, está el sello del líder consciente. Y lo que distingue a Jordan de otros atletas con igual potencial, no solo es que es el atleta retirado mejor pagado de la historia, también es quien supo vivir bien más allá del éxito deportivo.

¿Recuerdas Space Jam?, con esa película icónica de nuestra infancia, no solo inspiró a niños salvando a los mejores basquetbolistas del mundo a lado de los mejores amigos de nuestra infancia: entró al corazón cultural de una generación entera. Su marca personal es hoy un símbolo de autorealización. Usar su logo es un lujo, sí, pero también una declaración: “Creo en lo que soy capaz de lograr con disciplina, integridad y comunidad”.
Dejo ecos de grandeza en la infinita eternidad.
“I believe, I can fly”

Mike Tyson: la sombra de la misma grandeza

Mismo nombre. Misma raza. Misma potencia. Pero distinto destino.

Mike Tyson fue un prodigio: campeón mundial, invencible, un gladiador, es un lujo y un asombro ver sus peleas. Pero careció de algo que Jackson cultivaba con rigor: el centro. El contacto consigo mismo. La sabiduría de vivir.

Tyson, como tantos líderes que lo tienen todo, se cayó públicamente. Fue traicionado por su ego, sus emociones sin integrar, sus heridas sin sanar. Y aunque hoy ha renacido desde la reflexión, su legado estará siempre marcado por el KO más brutal: el que él mismo le propinó a su carrera, quiso morder más de lo que podía mascar, quizás aún pueda reescribir su legado, nunca es tardé, pero para muchos solo se va como un peleador famosos, para la mayoría, que solo puede ver lo malo, pues es su reflejo. Solo verán un perdedor, solo el puede revertir la historia, recobrar su lugar de triunfo , reivindicando su nombre y la semilla que deja en los corazones de los que vienen detrás.

No se trata de juzgar, sino de comprender: el éxito sin unidad interna no es SOSTENIBLE, la UNIDAD hace la fuerza.

La sabiduría del Anáhuac: vivir bien en cada dimensión

Nuestras culturas madre ya lo sabían. El concepto de Yollotl (corazón) era el centro de la existencia. El buen vivir no era producir sin parar, sino estar en equilibrio con la tierra, la comunidad, el cosmos y el propio espíritu.

Los Toltecas hablaban de “ser artista de la vida”: aquel que, como Jordan, ejecuta con belleza al servicio de algo mayor. Liderar no era imponer, sino hacer florecer al otro. Y ese saber, olvidado por la modernidad, está resurgiendo hoy en las empresas que quieren durar más de una generación.

La familia: el primer equipo sagrado

Donde primero se aprende a colaborar o competir es en casa. Una empresa que quiere sanar su cultura, debe primero mirar si sus líderes están en paz con sus relaciones familiares.

La familia es escuela de empatía, comunicación, apoyo mutuo. Es la protoempresa del alma. Si el hogar se llena de unidad, el trabajo se impregna de ella. Si no, el conflicto se traslada al equipo, a la empresa, al sistema, es por ello, que en empresas transnacionales reclutan a sus líderes en celebraciónes, reuniones o ferias familiares, exploran tus relaciones más cercanas para evaluar tu capacidad en un entorno colaborativo, aunque no es necesario tener una familia cercana o normal como mal se ha entendido esas estrategias organizacionales, donde se juzga desde el estatus, lo importante, son los valores que te hacen ser útil a un propósito más grande.

Tres emociones que te traen de vuelta

Antes de continuar, detente un momento y siente:

Repulsión, ante las empresas donde reina el cinismo, donde nadie se escucha, donde el alma quedó fuera del edificio.

Miedo, porque el costo de seguir operando desde el ego es alto: burnout, rotación, soledad, quiebra emocional.

Melancolía, por aquellos días en los que todo era más simple, donde el trabajo se hacía en comunidad, con propósito y con alegría, donde la propuesta de solidaridad y la ley “amaos los unos a los otros” era un principio de la humanidad.

Si alguna de estas emociones tocó algo en ti, este ritual es tu oportunidad. Una oportunidad de volver. De recordar. De comenzar a liderar con alma.

🔥 Ritual de Integración: El Latido Compartido

Objetivo: pasar del discurso de unidad a una experiencia real y emocional de vínculo.

Material: un cuenco, tambor o vela central. Espacio círculo sin pantallas.

Dinámica (15 minutos):

1. Todos en círculo. En silencio. Cada quien pone una mano sobre su corazón.

2. Se enuncia el propósito del encuentro o proyecto.

3. Por turnos, cada persona completa la frase:

“Yo soy parte de este equipo porque…”

“Lo que me compromete aquí es…”

 

4. Luego todos juntos repiten 3 veces:

“Yo soy uno. Nosotros somos uno. Que nuestro propósito sea más fuerte que nuestras diferencias.”

 

5. Se realiza una acción conjunta y simbólica: por ejemplo, entrelazar manos brevemente, escribir una palabra en un papel común, o tocar el cuenco al unísono.

6. Para encarnar la unidad: cada miembro menciona un talento que tiene y que ofrece al grupo, y luego menciona algo que admira en otro miembro delante círculo. Esto rompe el ego y fortalece el tejido humano.

 

Cierre: tres respiraciones juntos. Mirarse a los ojos. Agradecer. Comenzar la reunión o jornada desde ese centro común.

¿Y tú, desde dónde estás liderando?
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Oprah: el liderazgo del alma

En nuestro siguiente artículo hablaremos de Oprah Winfrey, otro ejemplo de liderazgo conectado. Ella, como Jackson, ha usado la meditación y las prácticas contemplativas para mantenerse centrada, creativa y poderosa.

Oprah nos recuerda que la espiritualidad no es debilidad, sino el combustible de la grandeza. Su historia, desde el abuso y la pobreza hasta el imperio mediático, no puede entenderse sin su alma firme y su corazón despierto. Porque el mundo escucha a quien se escucha a sí mismo primero

Por Nieth
Consultora en desarrollo organizacional, especialista en colaboración y liderazgo consciente

 

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El precio del éxito: cuando todo lo que construiste se vuelve polvo

Por KALI

Imagina por un momento que estás en tu lecho final. A tu alrededor, diplomas, reconocimientos, fotografías de inauguraciones, empresas fundadas, negocios heredados. Lo lograste. Eres, ante los ojos del mundo, un “éxito”.

Pero mientras miras al techo, notas que hay silencios que no se llenan con dinero. Tus hijos no están. Tu pareja se distanció hace años. Los empleados que te respetaban temen tu nombre, pero no lo aman. Y tú, que tanto acumulaste, que tanto hiciste, te preguntas:

¿En qué me convertí para obtener todo esto?

Es entonces cuando comprendes que el verdadero fracaso no es no haber crecido, sino haberlo hecho sólo en una dirección. Creciste en poder, en estatus, en producción. Pero no en conciencia, ni en sabiduría, ni en humanidad.

El vacío disfrazado de logro

Este artículo no es para cuestionar tu éxito. Es para advertirte de su precio si no lo acompañas con autoconocimiento y propósito. Porque lo que no se expande, se pudre. Y si tu ser no crece junto con tu hacer, llegará el día en que todo lo externo se derrumbe… y no quedará nada dentro para sostenerte.

No es teoría. Mira a tu alrededor.

¿Cuántos casos conocemos de fortunas deshechas en pleitos familiares? ¿Empresas quebradas por hijos que nunca aprendieron el valor del legado? ¿Viudos y viudas solitarios que dan discursos en funerales mientras lloran más por lo no vivido que por lo perdido?

Lo femenino como fuerza integradora

Estamos hablando de productividad real. De una productividad sostenible, humana, INTEGRA. Aquella que reconoce que no somos máquinas de producir, sino seres en evolución. Y que para alcanzar el verdadero potencial, no basta el esfuerzo ni la ambición: hace falta sabiduría, en búsqueda de la integración el viaje es al interior.

Aquí entra la dimensión femenina del desarrollo. No como algo exclusivo de las mujeres, sino como esa energía vital que nos permite mirar hacia adentro, cuestionar el sentido, percibir lo invisible, crear comunidad y actuar con compasión.

En un mundo devorado por la velocidad, el rendimiento y el control, es urgente recuperar lo que hemos llamado “saberes menores” o “habilidades blandas”, que actualmente son de gran importancia en el reclutamiento de personal en las empresas más importantes del mundo a nivel directivo y gerencial: la intuición, la empatía, el silencio, la pausa, la contemplación. Porque ahí habita la dirección verdadera del crecimiento.

Referentes que han comprendido esta verdad

No hablamos desde el romanticismo, sino desde la visión de líderes que, en la cúspide de su éxito, volvieron los ojos hacia adentro.

Satya Nadella, CEO de Microsoft, ha hablado del poder de la empatía como motor de liderazgo, señalando que la capacidad de escuchar y conectar emocionalmente ha sido más determinante en su éxito que sus credenciales técnicas.

Ray Dalio, fundador de Bridgewater (uno de los fondos más grandes del mundo), defiende abiertamente la meditación trascendental como una herramienta clave para la toma de decisiones, claridad mental y paz interior. Lo ha practicado durante décadas.

Oprah Winfrey, magnate mediática, promueve el cultivo del alma como prioridad. “Si no sabes quién eres cuando llegas al éxito, te pierdes”, dice. Su práctica espiritual diaria es la base sobre la que construyó su imperio.

Viktor Frankl, psiquiatra y sobreviviente del Holocausto, inspiró a millones con su frase:
“Quien tiene un ‘porqué’ para vivir puede soportar casi cualquier ‘cómo’.”
Su libro El hombre en busca de sentido se convirtió en uno de los pilares de la psicología existencial moderna. Frankl nos recuerda que el sentido es más fuerte que la circunstancia.

Steve Jobs, aunque ícono de innovación y agresividad empresarial, pasó sus últimos años retomando el zen, el silencio y la conciencia plena. En su célebre discurso en Stanford dijo:

“Recordar que vas a morir es la mejor manera de evitar la trampa de pensar que tienes algo que perder.”

Estos líderes no son débiles por integrar el silencio, la conciencia o la compasión. Son fuertes por hacerlo. Porque comprenden que el verdadero liderazgo no es imponer, sino inspirar. No es mandar, sino transformar.

¿Cuál será tu legado?

Todo líder deja algo. Pero no todos dejan algo valioso. Algunos dejan ruinas envueltas en oro. Otros dejan estructuras vivas, familias sanas, ideas eternas.

La diferencia no está en su título, sino en su nivel de autorrealización. Quien no se conoce a sí mismo, difícilmente puede guiar a otros. Quien no ha sanado sus heridas, transmite sus sombras. Quien no desarrolla su humanidad, no deja legado: deja herencia, y muchas veces maldita.

Lo urgente: despertar la conciencia

Este artículo es un llamado. A dejar de posponer lo importante. A entender que no basta con crecer una parte de nuestra vida. Necesitamos volvernos seres humanos integrales.

Y eso comienza con el autoconocimiento. Con prácticas como la meditación, el silencio, la respiración consciente. No son lujo, ni moda. Son tecnologías del alma. Son estrategias de sabiduría. Son, quizá, el único puente que te queda entre el éxito exterior y la plenitud interior.

Porque el día en que cierres los ojos, no importará cuántos ceros tuviste en el banco.

Importará cuántas personas te lloran… y por qué.
Porque al final, todo lo que puedes perder, no te pertenecía realmente; lo que no pierdes nunca es lo que llevas en tu interior.

🌀 El Triciclo de Hoy: “Desintegridad”

Primera Rueda: ¿Qué es la desintegridad?

La desintegridad no es lo mismo que la mentira. Es un silencioso eclipse del ser. Ocurre cuando nuestras palabras no reflejan nuestras acciones, y nuestras acciones no reflejan nuestro sentir. Es una ruptura sutil pero constante entre lo que uno dice, hace y verdaderamente desea.

Puede venir disfrazada de amabilidad, de diplomacia o incluso de espiritualidad. Pero deja un rastro: la desconexión. Uno se siente disperso, cansado, desconcentrado, porque se ha desintegrado en sus propios fragmentos.

Segunda Rueda: ¿Por qué se da?

Muchas veces, se origina en el miedo: miedo a ser rechazado, miedo a confrontar, miedo a perder algo (o alguien). Otras veces, nace del deseo de agradar, o de una confusión interna entre lo que creemos deber hacer y lo que realmente sentimos. Casi siempre se da por repetición. La mayoría en esta sociedad no tiene integridad, parece fácil ser como todos, pero hay que recordar que los demás no vivirán las consecuencias de tus actos. Como decía mi abuela: “¿Si todos se tiran de un precipicio, qué vas a hacer tú?”

En este punto, la desintegridad actúa como una anestesia del alma: protege del dolor inmediato, pero impide crecer, o peor aún, verdaderamente ser.

Y aún más profundo: aparece cuando no estamos alineados con nuestro verdadero propósito. Cuando hay un personaje actuando por nosotros.

Tercera Rueda: ¿Qué consecuencias trae?

La desintegridad va resquebrajando la confianza: la propia y la ajena. Las relaciones se tornan más frágiles. Se vuelve difícil mirar a los ojos sin sentir que algo se oculta.

Pero más grave aún, es que se nos borra la brújula interna. Ya no sabemos si lo que hacemos es por convicción o por costumbre. Perdemos el fuego.

Es entonces cuando aparece la apatía, el desgaste, la parálisis. La vida se vuelve repetitiva, sin alma. No es que no estemos avanzando… es que vamos en círculos.

🔥 Ritual de Reintegración: “El Puente del Testigo”

Este pequeño acto puede hacerse en 10 minutos, al amanecer o al anochecer. Aunque sea de día, siempre enciende una vela (después te enseñaré a preparar tu vela ritual personal). La luz es un símbolo de guía hacia la iluminación:

1.⁠ ⁠Coloca tres objetos frente a ti: uno que represente tu palabra (puede ser una pluma), otro que represente tu acción (una herramienta cortante), y otro tu sentir (una piedra de jade, una flor, una imagen).

2.⁠ ⁠Respira profundo tres veces. Siente tu cuerpo.

3.⁠ ⁠Pregunta en voz baja a cada objeto:

¿Estoy siendo fiel a ti?

¿Hay algo que me calle?

¿Qué parte de mí se ha olvidado de mí?

4.⁠ ⁠Escucha. No forces respuestas. Solo observa lo que aparece.

5.⁠ ⁠Luego, junta los tres objetos en un solo punto, con las manos.

6.⁠ ⁠Cierra diciendo:

⁠“Hoy dejo de fragmentarme. Hoy me traigo de vuelta. En mí habita el puente, no la brecha.”

7.⁠ ⁠Quédate unos minutos sintiendo lo que eso significa.