CDMX, 18 de junio de 2025 – Durante su participación en la conferencia presidencial «Las Mañaneras del Pueblo», la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, subrayó el carácter estratégico del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, destacándolo no solo como una obra de infraestructura logística, sino como un motor integral de desarrollo económico, justicia territorial y reivindicación histórica para el sureste del país.
“El Corredor Interoceánico representa una alternativa real al Canal de Panamá. Pero más allá de su valor geoeconómico, es un símbolo de integración nacional que articula dos océanos, múltiples estados y miles de sueños de desarrollo con dignidad”, expresó Sheinbaum, al reafirmar que este ambicioso proyecto es mucho más que un tren: es una vía para la transformación estructural del país desde sus cimientos más olvidados.
Más que un proyecto ferroviario: un sistema logístico de escala continental
El director general del Corredor, Octavio Sánchez Guillén, detalló que el sistema cuenta ya con más de 1,200 kilómetros de vías férreas rehabilitadas, 30 laderos, ocho patios de trasvase, 41 estaciones activas, y más de 1,500 obras de drenaje, consolidándose como una de las inversiones en infraestructura más importantes del sexenio.
Las Líneas Z y FA, actualmente operativas, han transportado a más de 108 mil pasajeros y 514 mil toneladas de carga, mientras que la Línea K, que conectará directamente con Centroamérica a través de Guatemala, avanza en su construcción para ser concluida en junio de 2026.
Infraestructura portuaria y polos de desarrollo para un crecimiento inclusivo
El Corredor también coordina importantes desarrollos en puertos estratégicos como Coatzacoalcos, Salina Cruz, Dos Bocas y Puerto Chiapas, incluyendo la construcción de terminales especializadas de contenedores, centros reguladores de tráfico ferroviario, y vías ampliadas que facilitarán el flujo de mercancías entre el Pacífico y el Atlántico.
Simultáneamente, se impulsan 14 Polos de Desarrollo para el Bienestar, diseñados como clústeres industriales y logísticos en regiones de alta marginación. De estos, ya se encuentran en proceso de adjudicación polos en Oaxaca, Chiapas, y Tabasco, con licitaciones abiertas hasta julio de 2025.
Obras comunitarias y justicia territorial
En un claro enfoque humanista, el gobierno federal ha priorizado las acciones de vivienda y desarrollo social comunitario en las zonas de influencia del proyecto. Desde 2022, se han llevado a cabo más de 800 asambleas comunitarias, 90 obras públicas locales, y 27,912 acciones de vivienda, con 61 nuevas obras comunitarias previstas para 2025, beneficiando a más de 100 mil personas en los estados de Veracruz, Oaxaca, Tabasco y Chiapas.
Un símbolo de soberanía logística y futuro sustentable
La presidenta Sheinbaum enfatizó que este proyecto representa no solo un paso adelante en la modernización del país, sino también una apuesta por una visión soberana del desarrollo, basada en el bienestar colectivo, la equidad territorial y la integración latinoamericana.
“Es hora de que el sureste mexicano deje de ser el patio trasero de la economía nacional y se convierta en una plataforma de oportunidades, innovación y progreso”, concluyó.
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